De cómo le gané un monitorio y juicio verbal a Citibank
Muy buenas a todos. Después de ocho años dando el coñazo, por fin me olvido de ese banco de infausta memoria, Citibank, para siempre. Me demandaron con monitorio, me opuse y gané el juicio verbal. Por cierto, sin abogado, presentándome yo solito al juicio después de haber leído mucho este foro, que me ha sido de gran ayuda para preparar la defensa. Hago un poco de resumen de lo sucedido:
Hace unos años me enchufaron una de esas tarjetas Gold, famosas por cobrar intereses usurarios. Les pedí que cada mes cargasen el total de lo adeudado a la cuenta de abono, porque así no se aplicaba interés alguno. No hicieron caso. El primer recibo se cobraba sólo el 4% de lo adeudado, y así generaban más intereses. Cuando me di cuenta del asunto les llamé para pedir que se respetase lo que yo había contratado. Ni caso. Al final, harto de este robo, di orden al banco de devolver todos sus recibos. Lejos de rectificar nada, a partir de entonces se dedicaron a girarme tres y hasta cuatro recibos mensuales sabiendo que se los devolvía por sistema, sólo para poder cargarme 30€ de gastos de devolución de cada uno. Viendo el matiz que tomaba el asunto, solicité al banco por el que pagaba esa tarjeta certificado de todos sus recibos devueltos, con importe y fecha, y guardé el documento a buen recaudo. Acto seguido le notifiqué a Citibank por burofax con copia certificada de contenido cómo estaba el asunto y por qué no les pagaba. En resumen, que no les pagaba no porque no pudiese, sino porque no me daba la gana aguantar ese robo. Pasó el tiempo y empezaron a llegar cartas de reclamación de todo tipo de buitres del recobro: todas guardaditas por si era necesario enseñárselas a algún juez, como así ha sido. Después las llamadas de los mismos pesados y al final, muy al final, el año pasado, demanda de juicio monitorio. Me opuse. En el escrito de oposición adjunté copia del certificado de los recibos devueltos y copia de todas las cartas de reclamación. Se fijó fecha y hora para el juicio. Me presenté y la parte contraria también lo hizo. La abogada que firmaba la demanda inicial trabaja para una empresa de externalización de servicios que irá a comisión, porque por lo visto sólo reclaman supuestas deudas por vía monitorio si son inferiores a 2.000 euros, puesto que por la cantidad reclamada no hay que abonar tasa judicial, y visto el resultado, más les vale, porque si con todos les pasa lo que conmigo se arruínan en un mes.
Junto con la demanda inicial de monitorio acompañaron copia del contrato, certificación de deuda y copia de los supuestos extractos de la tarjeta. En la respuesta al monitorio impugné la certificación y los extractos por ser documentos confeccionados unilateralmente, y en el acto del juicio impugné la copia del contrato por ser ilegible en el condicionado y por estar presentada en dos folios distintos, de forma que no había manera de probar que el condicionado que figuraba al dorso del original fuese esa parrafada ilegible que constaba en autos. No rebatieron mis impugnaciones (porque no pudieron) y el juez las aceptó. Utilicé las cartas de los recobradores para demostrar la poca solidez de la supuesta deuda que se reclamaba: le dije al juez que podía comprobar la falta de base de la reclamación observando los descuentos que se ofrecían en dichas cartas, que alguien que sabe que lo que pretende cobrar es cierto acude directamente al juzgado y no se dedica a enviar cartas ofreciendo descuentos sobre la supuesta deuda. Los burofax los usé para demostrar mi oposición a un modo de pago que yo no había solicitado. Para más inri, cuando interrogué al procurador de Citibank, éste reconoció que aplican la modalidad del pago aplazado al 4% por defecto y sin consentimiento alguno del cliente, y cuando le pregunté por qué habían hecho hasta 4 cargos de recibos en un solo mes simplemente no supo qué decir y se quedó callado un momento, hasta que soltó que eso era "porque el sistema informático lo permite". Esto salió en la sentencia, tachándolo el juez de "inadmisible".
Total, que hace poco me llegó la sentencia, por la que se desestima íntegramente la demanda de Citibank y se me absuelve de sus pretensiones. No la cuelgo en el foro por dos motivos: el primero, porque no aporta nada que no sepamos ya, es decir, que quien pretende cobrar deudas falsas acaba trasquilado en los juzgados. Y el segundo, por esto: http://www.lexsanitaria.com/es-legal...-que-aparezco/
Al final resulta que después de tantos años amenazándome con llevarme a juicio, cuando lo hacen su señoría les dice que se vayan a tomar viento.
Y para acabar, unos consejos:
1.- Por regla general, jamás contratéis nada que implique pagar intereses, y mucho menos intereses abusivos. Es mejor gastar lo que se tiene o no gastar, a gastar lo que no se tiene.
2.- Si pasáis del punto uno y contratáis algo así, no paguéis abusos (como esos recibos cargando sólo el 4% de lo adeudado, que no hay forma de cambiar la modalidad de pago).
3.- Documentadlo todo al máximo. Si os comunicáis con ellos, que sea mediante burofax con copia certificada de contenido. Toda otra clase de escrito no tiene fuerza probatoria alguna, ni tan siquiera el correo certificado (este envío sólo demuestra que se ha enviado algo, pero no su contenido). Guardad todas las cartas de reclamación de los recobradores. Son de gran ayuda para demostrar en un juicio qué calibre moral tiene este personal y la poca solidez de sus reclamaciones.
4.- Ni caso a las llamaditas de los recobradores. No les cojáis el teléfono. Bloquead sus números con aplicaciones para Android como Calls Blacklist. No son nadie, sólo unos pobres desgraciados que trabajan por un sueldo miserable reclamando deudas que no son suyas, sin ni tan siquiera conocer si lo que reclaman es cierto o falso. Si aun así queréis divertiros con ellos, tened en cuenta que no son abogados. No han visto un manual del Código Civil en su vida. Si os dicen que son los "abogados" de tal o cual, preguntadles por su número de colegiado diciéndoles que lo váis a comprobar llamando al Ilustre Colegio de Abogados, a ver qué dicen. Veréis como cuelgan. Y por supuesto, no les paguéis ni un céntimo. Si hay que pagar algo, que sea un juez el que diga cuánto. Pero a los recobradores NI UN DURO, NUNCA.
5.- Haced sólo caso a la documentación que os llegue del juzgado. Lo que os envíen los recobradores guardadlo para usarlo en vuestra defensa, pero ni caso a lo que ponga: prejudicial, último aviso, vía ejecutiva, embargos, bla bla bla bla bla. Todo lo que pone en las cartas de los recobradores son idioteces y mentiras, a ver si asustan a algún incauto. Insisto: ni caso a esa gentecilla. NI CASO.
6.- Si os llega un monitorio y creéis que tenéis motivos para no pagar, oponeos sin perder el tiempo (la ley da un plazo de 20 días naturales para pagar u oponerse, a contar desde el día después a la notificación). Si pasáis de todo el demandante podrá instar la ejecución, es decir, embargar cuentas o bienes hasta cubrir el importe reclamado. Si no os oponéis el juez no podrá escucharos ni os podréis defender.
7.- Después de la oposición, presentaos al juicio provistos de todas las pruebas documentales que hayáis reunido, y dadles caña. Impugnad todos sus documentos en el acto del juicio si hay razones para hacerlo.
8.- Cuando os llegue la sentencia, si es absolutoria (y lo será si vuestra negativa al pago tiene fundamento), disfrutadla. Esperad a que cualquier recobrador os vuelva a mandar alguna cartita y metedles un puro ante la Agencia Española de Protección de Datos, adjuntando copia de la cartita y de la sentencia absolutoria. Veréis qué gracia les hará pagar una multa de 20.000 euros por reclamar una deuda falsa de menos de 2.000 euros después de haberse dictado sentencia. Recordad que las sentencias dan fuerza de cosa juzgada al asunto, es decir, lo cierran para siempre, porque un asunto ya juzgado y con sentencia firme no puede volver ser juzgado. Es decir, la supuesta deuda se la tienen que comer con patatas, porque volver a demandar ya no pueden. Y adiós a estos personajes para siempre.
9.- Si tenéis razón, jamás temáis a la Justicia. Ir al juzgado no es el problema, sino la solución. Quienes deben temerla son los que reclaman deudas falsas, los que se saltan sus partes de los contratos, los que generan artificialmente intereses aplicando métodos de pago no solicitados jamás por el cliente y demás marranadas para robar, timar y engañar.
De cómo le gané un monitorio y juicio verbal a Citibank
Enhorabuena !!!!!!!!
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