Enhorabuena atodos; no paramos de demostrar este escandaloso robo sistemático. Lo importante es que los incrédulos y timoratos se animen salir del inferno creado por el robo bancario y que recalmen lo suyo teniendo siempre presente que el más triste de los taberneros tiene más diginidad y profesionalidad que el mejor de los empleados de banca.