Iniciado por
IRIDINA
Esa misma pregunta me la he hecho yo últimamente, de hecho puse un mensaje en el foro en el que decía que algo estaba cambiando al respecto, pero tenemos que tener en cuenta, que este hecho se puede estar dando entre las personas que entren en Internet y estén bien informadas, bien mediante este y otros foros, artículos que se han escrito, blog, etc. Que hace que por un lado pierdan el miedo y se lo tomen de otra forma, además de conocer sus derechos y recurrir a los escritos de rectificación de datos, tutela a la AEPD, irse al cuartel de la guardia civil etc. Pero ¿cuánta gente hay que no sabe nada de todo esto…..que piensan que si van al cuartel los van a detener a ellos por no pagar….? MUCHA. Ellos siguen actuando así, y lo pude comprobar la semana pasada.
Uno de mis acreedores ha pasado la deuda a una agencia de recobros, pues bien como no me llama nadie desde hace mucho, quise comprobar si algo había cambiado y hasta dónde son capaces de llegar, puesto que la persona que llamó ni se presento, y tras preguntar por mi y decirle que era yo, en un tono muy desagradable, me dijo que tenía una deuda pendiente con xxxx que ascendía a 4.800 euros. No sé cómo me contuve para no soltar un grito. Lo que dejé a deber andaría en torno a los 1.800 euros. El tipo ya de entrada empezó con tono amenazante, hablaba y hablaba y yo no habría la boca como si estuviese asustada, y de vez en cuando me preguntada, ¿ sigue usted ahí ¿ Y yo le decía cual pobre mujer acojonada y una vocecita apagada, que sí, que lo escuchaba. El tipo se fue creciendo cada vez más y más, y yo de vez en cuando como quien aterrorizada ya no tiene fuerzas ni para hablar decía, aja, aja. Lo tuve bastante tiempo al teléfono, (no sé lo que costará una llamada de un 902 a un móvil) pero supongo que le daba igual, ya estaría dando por hecho que lo iba a pagar yo. Yo ya estaba un poco cansada de escucharlo y estaba esperando el momento para entrarle, y se me presentó cuando me preguntó que cuando iba a hacer el ingreso. Cogí aire, y como si fueses una metralleta, empecé a soltar una retahíla que todavía cuado me acuerdo ni me lo creo. El tío no reaccionaba, era lo que menos se esperaba, y yo casi ni respiraba no me fuese a quitar la palabra. Cuando por fin se decidió o lo dejé hablar, con un tono de persona desconcertada, me decía.- Señora por favor, yo en ningún momento he pretendido intimidarla y mucho menos amenazarla, aquí ya hablábamos los dos……..Bueno, el hablaba y yo ya chillaba, y me decía. Señora esa cantidad no tiene el porqué ser la que le he dicho en un principio, podemos hacer una rebaja considerable, y le dije**- ¿Entonces es usted un estafador que ha pretendido engañarme y mediante bla,bla,bla, sacarme dinero……………? ¡¡¡No, señora, no, por dios ¡!! -Pues ya me dirá usted que debo pensar……….lo único que se de usted es el teléfono desde el que llama. Se estaba poniendo nervioso y entonces yo me crecí y le dije: Déme su nombre y apellido, me lo dio y me dijo que llamaba de una empresa de recobros, que no era un estafador.- Dígame el nombre de la empresa, y me lo dio y entonces le dije: Sepa usted que si verdaderamente no es un estafador, cosa que ya comprobaré, con esta llamada me doy por esterada de sus pretensiones y que espero no volver a recibir ninguna más ni saber nada más de usted. Si está usted seguro de que esa deuda existe vaya al jugado y que me la reclamen de allí, y cuando empezó a hablar le colgué.
Hay que poner fin a esto. Me muero de pena de pensar lo que tiene que estar pasando mucha gente, recordando lo que yo misma pasé.
Si se tiene una deuda con una entidad financiera, por el motivo que sea, están en todo su derecho de reclamarla. “ “A lo que no tienen ninguno es a hacerlo mediante determinados métodos que ya todos aquí conocemos, por que aunque en este país no exista una ley que lo prohíba o que regule a este tipo de empresas, eso es delictivo sí, o sí,
Yo reivindico mi derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen y como medida de presión ante esto digo que no le doy un euro a nadie que pretenda cobrarme de esa manera.