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Recortes de gasto social nunca vistos en España para pagar a estos hijos de la grandísima p**a su blindaje.
Los directivos de las cajas rescatadas por el Estado han establecido blindajes en sus contratos laborales, además de fijar aportaciones a sus planes de pensión.
Los jefes de las siete entidades que han recibido ayudas públicas -BFA-Bankia, Catalunya Banc, NGC Banco, BMN, Duero-España, Banca Cívica y Unnim- acumulan ya derechos por importe de 64,52 millones de euros, que los cobrarían en el caso de ser prejubilados.
A pesar de la crisis y de la reciente creación de estos grupos -el más antiguo tiene año y medio de vida- sus blindajes alcanzan los 35,57 millones de euros y los fondos de jubilación ascienden a 28,95 millones de euros. Las siete han percibido más de 15.000 millones de euros de las arcas estatales para sanear sus balances y tres de ellos han tenido que ser nacionalizados después del verano.
En algunos casos el importe de la pensión se ha ido acumulando a lo largo de una serie de años, al haber traspasados sus derechos en su caja de origen al nuevo grupo. Esto es lo que ocurre con el presidente de BMN, Carlos Egea, que tras treinta y cinco años en Caja Murcia tiene un fondo de jubilación de 2,15 millones de euros. El blindaje que ha establecido la fusión de la murciana con Penedés, Granada y Baleares a su máximo responsable en caso de despido es el correspondiente a una anualidad y media, es decir, 426.000 euros.
Lo más significativo
La protección más relevante para un directivo de una caja es para el presidente de Catalunya Banc, que recibió 1.250 millones para su fusión y que luego ha sido nacionalizada con una inyección de otros 1.714 millones. Adolf Todó cuenta con un blindaje y una hucha para su jubilación de 5,9 millones de euros, de los que 3,46 corresponden al segundo concepto acumulado desde su nombramiento en Caixa Catalunya en 2008. El primero es una defensa del puesto basada en tres anualidades del salario fijo.
El número dos de la entidad catalana, Jaume Masana, también tiene establecido una cantidad en caso de despido y dispone de un fondo para cuando deje de trabajar, por un total de 2,46 millones.
Los blindajes del grupo con sede en Barcelona alcanzan los 11,82 millones de euros, de los cuales cabe destacar el plan de jubilación del exdirector de la Obra Social de Caixa Catalunya, Miguel Perdiguer, que supera los 1,7 millones.
Según la información publicada por las propias entidades, en la lista de beneficiarios de estas cláusulas destacan los miembros de la cúpula de BFA-Bankia. El grupo liderado por Caja Madrid se ha comprometido a abonar 17,9 millones al conjunto de sus jefes por estos dos conceptos. Se trata del mayor importe entre los conglomerados de cajas ayudadas, pero también hay que tener en cuenta que su tamaño es significativamente mayor, cuatro veces superior al de la media.
Del total, 4,5 millones de euros corresponden al blindaje de Ildefonso Sánchez Barcoj, heredado de su etapa como directivo en Caja Madrid durante la gestión de Miguel Blesa.
Rato, menos que Verdú
En este caso, el presidente, Rodrigo Rato, no es el que más protección cuenta, ya que además de Sánchez Barcoj, el consejero delegado de Bankia tiene un blindaje muy superior. Francisco Verdú recibiría por despido 3,4 millones, en concepto de dos anualidades de sueldo fijo más otra percepción de 1 millón. En su fondo de pensión hay una cifra que sobrepasa el medio millón. Por su parte, Rato cuenta con un blindaje de 2,8 millones y una hucha de jubilación inferior al medio millón.
El Banco de España ha obligado a todas las entidades a detallar las retribuciones de sus altos cargos, después del escándalo surgido a raíz de las prejubilaciones e indemnizaciones millonarias a exgestores de Novacaixagalicia. Pero no todas han desglosado todas las partidas al no recibir la autorización por parte de los beneficiarios. Más de cincuenta directivos, tal y como publicó ayer este periódico, se han acogido a la Ley de Protección de Datos para que no se revelen sus retribuciones.
La entidad que ha establecido la posición más contraria a la circular del supervisor ha sido Duero-España. Esta postura ha sido comandada por su presidente Evaristo del Canto. Si bien, el grupo castellano y leonés ha publicado algunos detalles, como que tres de sus directivos disponen de un blindaje de 4,92 millones. No ha especificado a quién corresponde y con qué montante. También ha informado que ninguno de sus altos cargos es beneficiario de un fondo de pensión.
En el grupo gallego, el más afectado por el escándalo de las prejubilaciones, sus actuales gestores han estipulado en sus contratos blindajes, aunque estos son muy inferiores a los de sus anteriores responsables. La dirección de NCG Banco cuenta con una protección de 9,52 millones, que se reparte entre 4,13 millones por despido y planes de jubilación por 5,39.
En Banca Cívica el importe asciende a 6,8 millones de blindaje y otros 1,35 millones de pensiones, principalmente para sus directivos y no para sus copresidentes.
Y por último, Unnim -nacionalizada al 100 por ciento- tiene establecido una protección de 358.000 euros para su director general, Jordi Mestre, y un fondo de retiro para la cúpula de 3,58 millones.
El total de derechos de los directivos de las siete entidades representa un 10,3 por ciento de los beneficios que han obtenido en los nueve primeros meses de 2011. Ganaron 625 millones de euros.