Hola forer@s!!
Vomito un poco mi caso, a modo de desahogo, y con un poco de esperanza de encontrar algún consejo.
Tengo mí única cuenta bancaria embargada y un requerimiento judicial, para qué les facilite los nombres de mis clientes y los saldos pendientes de cobrar.
A finales de Junio de este año, mi actual banco recibió la orden de embargarme la cantidad de 64.000 €.
Solo habían unos 500€ en ese momento, ya qué estábamos a final de mes, y todavía no había cobrado.
El banco, realizó el embargo de los 500€, pero de forma retrasada. Horas antes de qué, esta se hiciera al 100% efectiva, llegó el recibo de los casi 300€ del autónomo ,y un cargo de tarjeta de autopista.
Me quedé con la cuenta en un 370€ en negativo. Era mi segundo y último día de trabajo en una obra en Francia, y "solo" tenía qué pagar el hotel y echar gasoil a la furgoneta para volver a casa.
Gracias a mí compañero de trabajo, y qué yo disponía de algo de efectivo en la cartera, pude resolver el primer contratiempo.
En el camino a casa, llamé a los clientes qué al día siguiente me iban ha ingresar el dinero qué tenía por cobrar ese mes, para pedirles, por favor, qué no me lo ingresaran, y qué en breve les diría la nueva forma de pago.
Estos más de 10 millones de las antiguas pesetas, vienen de una deuda con diferentes bancos, qué ha recomprado un fondo buitre llamado LC ASSET SARL.
Se trata de dos diferentes cuentas de crédito qué la empresa S.L, de la qué yo era socio al 50% , administrador i avalador, no pudo hacer frente al ser canceladas sin darnos
ninguna posibilidad de renegociación.
*NOTA Para mi madre: Una cuenta de crédito es básicamente, qué el banco te permite qué tu saldo esté en negativo, a un interés razonable, hasta un limite de x €uros durante un año, renovable.
En nuestro caso hasta -30.000€, por cada uno de los bancos, a un interés de Euribor mas 2,5. Es decir, llega el día 30 o 31 de mes y tienes que hacer frente a: Nominas de la gente, seguridad social, alquileres, pagos a proveedores etc... pero no cobras, con suerte, hasta el día 5 o 10 del mes siguiente. Esos días entre qué pagas y cobras los tienes negociados y cubiertos.
Simplemente nos dijeron: -No renovamos a Constructoras sin beneficios. Entre ellos lo llamaban: "Cerrar el grifo".
Al día siguiente, nuestras cuentas bancarias quedaron inoperativas y generando unos intereses escandalosos e impagables.
Esto fué a finales 2007 principios 2008. En esas fechas, mis grandes amigos los bancos, también dejaron de aceptar letras o pagarés provenientes de constructoras o promotoras.
Nuestra empresa, era básicamente, una empresa de servicios a la construcción. Mi esposa, en ese momento, y yo, éramos los únicos socios y administradores solidarios de la sociedad.
La motivación para montar la sociedad fue, la gran demanda de nuestros servicios especializados, qué nos obligaba a contratar, más operarios, de los qué yo, como autónomo, podía contratar. Todos nuestros clientes eran, constructoras y promotoras. Nos pagaban la mayoría entre 90 y 120 días, por lo qué se nos hacía imprescindible adelantar esos pagarés para hacer frente a las nominas de los trabajadores S.S y otros pagos.
Estos retrasos en los cobros, 90, 120, 180 días al 5´5% anual, más los intereses qué generan las pólizas de crédito, más los cientos de días qué el dinero está en el "limbo" bancario (Me refiero a esos 1 o 2 días que tarda en llegar una transferencia de una cuenta a otra, a menos qué pagues la mordida al Banco de España) provocaban qué: Los años anteriores al inicio de esta crisis, en el caso de nuestra empresa, los gastos financieros e interés de la cuenta de resultados de la SL eran del orden del 3% o 4 % del total facturado por la empresa. Ojalá hubiéramos tenido ese porcentaje de beneficios!!!b
Entre impagos, y obras mal presupuestadas o mal gestionadas, no conseguí que, nuestra empresa, consiguiera obtener beneficios o, al menos, una navegación estable.
Con los primeros impagos, vinieron las primeras necesidades de tesorería, para pagar nóminas. Rehipotecamos nuestra vivienda habitual, con la esperanza de poder remontar.
Con las siguientes necesidades nos vimos forzados a contratar 3 líneas de crédito de 30.000€ cada una en 3 diferentes bancos. Para ello, tanto yo como mi antigua esposa, abalamos personalmente.
Mientras había trabajo, íbamos cumpliendo con todas las obligaciones, pagar- cobrar- pagar - cobrar.
Asta qué llegó el día que los bancos " Cerraron los grifos"
Las cuentas corrientes en negativo, ninguna posibilidad de renegociar una cuota mensual para ir rebajando el saldo negativo. Lo querían todo y punto.
No nos aceptaban ni negociaban ninguno de los pagarés de nuestros clientes.
A nuestros clientes les hicieron lo mismo, por lo qué el día de vencimiento de esos pagares no se cobraban.
Ese día, empezó el Apocalipsis en nuestra empresa y en la vida de mi familia.
Capeemos la tormenta durante unos meses. El banco qué nos financió con garantía hipotecaria, nos propuso, entregar nuestra vivienda a cambio de la deuda con ellos, y quedarnos residiendo en ella en régimen de alquiler.
Fuimos despidiendo a trabajadores, malvendiendo herramientas y equipos.
Finalmente aceptamos la inviabilidad de la sociedad, y decidimos cerrar.
La propuesta de los abogados consultados fue: -Dame a mí el dinero qué puedas reunir y hacemos concurso de acreedores.
Es decir, casi 50.000€ para el administrador concursal, y los trabajadores, proveedores, y yo mismo, qué tengamos paciencia qué algo pillaremos, de un lado u otro.
La decisión que tome al respecto, es la herida qué mas ha marcado, y está marcando, mi vida.
Los meses anteriores, había creado en mí un absoluto desprecio y odio hacia los banqueros y los abogados, por lo qué decidí repartir el dinero conseguido entre los trabajadores y yo.
Al no hacer concurso de acreedores todas las deudas de la empresa, cayeron en mi esposa y yo.
En los primeros meses posteriores al "no cierre" nos quitaron los vehículos que quedaban, y la última propiedad familiar.
Los trabajadores cobraron lo qué les faltaba por cobrar de FOGASA.
Por suerte pude seguir trabajando como autónomo y generar ingresos para comer y la educación de mi hija pero no para pagar el alquiler de la vivienda que entregamos a uno de los bancos.
Mi exsuegra nos acogió en su casa cuando nos desahuciaron.
Mi exmujer cayó en una profunda depresión, y siempre me responsabilizó a mí de nuestra desgracia.
Poco a poco, fuimos recuperando una cierta vida normal, evidentemente, sin tener nada ha nuestro nombre.
Este año, decidimos divorciarnos. La convivencia ya era insoportable.
Durante todos estos años, no han parado de llamarnos y denunciarnos, los qué quieren cobrar la deuda bancaria qué quedó de la empresa.
No les hemos echo ni puñetero caso.
Pero tras una de las denuncias, les dieron una sentencia favorable, y ahora vienen nuevamente a por mí.
Solo me queda mí trabajo como autónomo, y los ingresos qué obtengo a cambio. Desde el juzgado me piden qué les dé el nombre de mis clientes para quitarme lo último que tengo...