Pues con un término taurino que viene al pelo, apareció ayer la noticia en varios medios de comunicación, y que por si no sabíamos ya, nos dará la "puntilla" definitiva acerca de lo que hay sobre el papel:
Ya sabréis que Mario Draghi, Presidente del Banco Central Europeo, tomó la decisión de dar más fondos a los bancos, tanto para fondos nuevos como para los que se aportasen desde ese momento. Como habían detectado que el dinero no fluía, impuso la condición a los bancos de que el dinero debía llegar a particulares y pymes, bajo penalización del 0,1%.
Pues bien, según los medios, se ha detectado que los bancos españoles, lejos de facilitar el acceso al crédito a particulares y pymes, lo que están haciendo es PRESTÁRSELO ENTRE ELLOS A UN INTERÉS DEL 0,01%.
El BCE ya está sobre la información y ha avisado bajo cuerda que ese dinero debe llegar a quien iba destinado.
Según expertos en el área, a los bancos españoles les sale mucho más a cuenta seguir con el grifo de la financiación cerrado, aún con multa incluida, porque a la postre, sanean más sus cuentas y aumentan sus activos. Luego, de una vez en otoño se vaya a realizar el test para comprobar si se ha procedido bien, abrirán cuarto de vuelta del grifo, maquillarán unas cuantas operaciones... y todas las artimañas de que disponen para aparecer ante la ciudadanía y el propio BCE como gestores eficaces que han cumplido la premisa.
Estos son los que manejan el poder. Lógico: quien puede, con el dinero de todos los españoles y europeos, saltarse a las más altas instancias de la Comisión, trampear a sus anchas, mantener el flujo de crédito cerrado para los que más lo necesitan cuando están recibiendo dinero REGALADO -con los tipos de interés más bajos de la historia en la Unión Europea-, y en un ejercicio de cinismo cosmético, manipular la imagen y las cifras de este modo... ¿de qué no será capaces..? Bueno, la respuesta a esa pregunta en realidad la sabemos muy bien los que estamos en este foro. En primera persona.
Pero por si alguien todavía les otorgaba un margen de credibilidad a los "bancos", por encima de las entidades de crédito, que saque sus propias conclusiones... ¡patético!