En Navidad sienta un abogado en tu mesa.
Mensaje al móvil recibido ahora: "El próximo lunes sin falta un abogado se personará en su casa para hacerle entrega de una demanda por el impago de su deuda". ¿Qué hago?... De momento rezar para que venga pronto, dudo que sea de mi localidad y ¿qué hago?... ¿Le mando de nuevo a su pueblosin cenar en Nochevieja? Hombre por Dios, ¡¡¡ que soy gallega y hospitalaria!!!, mi madre me mata si se entera que he dejado marchar a un hombre sin cenar, en una noche tan señalada, camino de sólo Dios sabe dónde... ¿Y cómo le siento a mi mesa? Imaginaos la escena:
- Pasa hombre, sientate y comparte estos alimentos con nosotros, no tengas verguenza...
Ahí, cenando con el que me trae la demanda.
- Nada hombre, no te preocupes, que esto es un pueblo pequeño y en cuanto acabemos de cenar ya pasamos por la casa del juez a tomar las uvas y de paso le das la demanda, que te ahorras un viajecito, leche....
Y si se hace tarde ¿qué hago?, ¿le digo que se quede a dormir en casa?, ¿cómo le dejo conducir, de noche, cansado, avergonzado y posiblemente bebido por esas carreteras del mundo? ¿y si le pasa algo?...
Si no me matan las deudas me acabarán matando o las dudas o la risa
Feliz Año para todos y si viene ya os diré que hago....
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"El dolor es inevitable.... Pero el sufrimiento es opcional". Buda 
