Hazte pasar por loco en tratamiento por cuadros psicóticos agudos con medicación y además se lo relatas como ocasionado por drogas, problemas de la niñez o lo que se te ocurra. Cuanto más absurdo, mejor.
De vez en cuando le hablas como si estuvieras en ti y luego le sueltas algo que no tenga absolutamente nada que ver, sobre lo que le preguntas algo e insistes en su respuesta.
Lo entremezclas con bruscas subidas y bajadas de tono de voz para enfatizar que se te va la olla cantidad. Así, se genera desconcierto en un esquema cerebral "normal" de conversación y se quedan descolocados total. Pagan ellos la llamada y consumes su tiempo. Les dejas la sensación de que ha sido una pérdida de tiempo llamarte.