
Iniciado por
contratuerca
Este es el caso de un aval que presté en CAN (no tiene que ver con otro caso que expongo en otro post). En este caso yo vendí un piso a mis inquilinos, año 2007. Acordamos un precio de 175.000 € y yo les acompañé a buscar la hipoteca pues eran extranjeros y yo me ofrecí a facilitarles los trámites. Eligieron la CAN y una vez allí, la CAN tasó el piso en 216.000 € (estábamos en 2007, un año antes de estallar la burbuja y con los pisos por las nubes y subiendo). Entonces ofrecieron a los compradores una hipoteca por el valor total, o sea 216.000 €, pero con un aval del 20%. No hace falta decir que a ellos les pareció bien, y yo, por mi interes de vender el piso, me ofrecí a ser avalista de esos 43.200 €.
El primer abuso fue que un día que fueron los compradores solos, les dijeron que tenían que abrir un plan de pensiones que era 100 € al mes por cada uno (eran tres), por lo que ellos me llamaron muy preocupados. Yo fuí a la caja y le dije a la directora que qué pretendían con aquello, que lo que nos interesaba a las tres partes (la CAN, los compradores y yo) era que no tuviesen dificultades para pagar la hipoteca y que no estaban en condiciones de ponerse a ahorrar para el futuro. Conseguí que no les vendieran el plan a cambio de abrir yo una cuenta con el dinero del aval.*
En 2009, se quedan los tres en paro y los pisos caen de precio. Intentan entregar el piso a la CAN, pero claro, esta les dice que el piso ya no vale lo que valía sino que ya solo vale 120.000 €. Ellos dejan de pagar y la CAN pretende que yo pague mi parte; me ofrecen un préstamo separado por la cantidad mía que faltaba por pagar (más de 40.000 € todavía). Yo les digo que no, puesto que entonces tendría que preocuparme yo de cobrarles a ellos y además, se me hincha la vena y le recuerdo a la directora que fue la CAN, y no yo, quienes tasaron el piso en ese precio que a mi me parecía disparatado, que yo también me había quedado en el paro y al preguntarme si tenía un piso en propiedad le respondí que no, ya que mi piso lo tenía en usufructo, pero eso no me lo preguntaron cuando hicimos la hipoteca.
Y ahí se acabó mi relación con la CAN, nunca más me volvieron a llamar, quizás a alguien le cayó la bronca o le despidieron por haber hecho una operación fallida, pero yo me quedé tan ancho.
*El dinero de la cuenta lo fuí sacando poco a poco desde el primer mes hasta cancelar la cuenta. En alguna ocasión, la directora me dijo que ese dinero era del aval, como diciéndome que lo tenía que dejar allí, pero no era una cuenta a plazo, asi que....