
Iniciado por
adiosdeudas
Buenas tardes,
Ayer recibí una de las mejores noticias que he tenido en mucho tiempo: ¡¡¡ya tengo el EPI!!! Sí, por fin. Y aunque me parezca increíble decirlo, ha llegado más rápido de lo que imaginaba. Este proceso ha sido un desafío, pero quiero aprovechar para agradecer de corazón a este foro, a los profesionales increíbles que hay detrás (que, además de expertos, son auténticos psicólogos), y a todos los que me han acompañado en este camino. Cuando todo depende de una única decisión, la de un juez, la incertidumbre es enorme. Pero aquí estamos, cerrando una etapa.
Ahora bien, para quienes estéis pensando en esta Ley de Segunda Oportunidad (LSO), quiero ser claro: no es un camino que se deba tomar a la ligera. Es una opción valiosa y real, pero también un proceso complejo y muy serio. Antes de dar el paso, reflexionad bien, porque en muchos casos es posible ganar las reclamaciones de deudas de tarjetas, préstamos abusivos o situaciones de usura sin necesidad de llegar a la LSO. Yo mismo he ganado varias gracias al Foro Antiusura y al apoyo de esta comunidad. Se puede ganar, se puede salir adelante, sin tener que recurrir a esta ley si la situación lo permite.
Dicho esto, si decides que la LSO es tu única opción, ten claro que no será fácil. Es un camino duro, largo y lleno de noches sin dormir. Yo he pasado muchas horas leyendo vuestras historias, viendo vídeos sobre el tema y enfrentándome a la angustia de que todo dependiera de una sola decisión. Pero también he aprendido muchísimo. Este proceso me ha enseñado a gestionar mis gastos, a valorar el día a día y, sobre todo, a ver que, si tomas las decisiones correctas (que dependen mucho de tu situación, salario y recursos), no necesitas vivir de préstamos, créditos o dinero fácil.
Hoy siento que tengo una verdadera segunda oportunidad. Eso sí, el borrón y cuenta nueva no significa que todo esté resuelto. Mi nivel crediticio está a cero, como si acabara de cumplir 18 años y nunca hubiera trabajado. Me toca reconstruir mi confianza financiera desde el principio, poco a poco. Pero esta vez sé algo que antes ignoraba: hay que leer bien las condiciones, evitar el dinero "rápido y fácil" y, sobre todo, no volver a caer en las trampas del sistema.
A quienes estáis en esta lucha, os digo: no os rindáis. Reflexionad bien cuál es vuestro camino. Si la LSO no es la solución para vosotros, pelead por vuestras reclamaciones; se puede ganar. Y si al final decidís optar por ella, preparaos para un viaje duro, pero que merece la pena. Aquí estoy, empezando de nuevo, con las manos libres y la mente clara. Y creedme, se puede.
Un saludo,